Incansable, inquieto y multifacético desde sus inicios compagino el calculo de estructura en grandes proyectos de ingeniería con su pasión por la escultura pop (cartón piedra), que le abre las puertas del teatro donde empieza a trabajar con Antonio Llopis y Luis Olmos dándole la oportunidad de desarrollar sus inquietudes.
Durante este periodo realiza exposiciones en varias galerías de Madrid y algunos trabajos de publicidad además de realizar diseño “escenografía efímera” de stands para grandes eventos y empresas.
Con su carrera laboral ya definida decide perfeccionar sus conocimientos de la profesión de escenógrafo y es becado por la Scala de Milan y posteriormente por el ministerio de cultura. El teatro le abre las puertas del cine a través del empeño de un director que le propone encargarse de la dirección de arte de su película.
En 2002 recibe el premio MAX de las Arte Escénicas a la mejor escenografía por “El Verdugo”. Su actividad profesional continua entre la escenografía de teatro, el diseño industrial y la dirección artística de cine y televisión.